
“No puedo escuchar música muy a menudo, me dan ganas de acariciar la cabeza de la gente y ahora no es momento de acariciar la cabeza de nadie, hay que golpear las cabezas, golpearlas sin descanso, aunque idealmente estemos en contra de cualquier tipo de violencia hacia las personas.”
Vladímir Ilich Lenin
Con esa cita comenzaba la investigación de nuestro primer espectáculo La violence variétés hace ya casi 10 años. Desde ese momento, el compromiso de la compañía es el de hacer un teatro comprometido. Pero, esto, ¿Qué significa? Creemos que hay dos tipos de teatro, igual de útiles e igual de necesarias. La primera es la de un teatro que nos ayude, como decía Lorca a eso que llaman «matar el tiempo» un arte hecho para entretenernos y que nos haga pasar horas de diversión. La segunda concepción del teatro, que está en la línea de lo que nosotros trabajamos, es aquella creación que mueve al espectador, que le haga revolverse en su butaca. Y que, en el mejor de los casos, le lleve a la acción.